El acto de cocinar sirve no sólo para la nutrición del cuerpo sino que también constituye una agradable ocasión para una experiencia de convivialidad en la preparación de la comida. Una ocasión acogida por el proyecto Lignum et Lapis, que es tanto una “cocina escultura” -una forma monolítica de piedra o acero- como una pequeña unidad de vivienda: por un lado, los invitados pueden asistir a las preparaciones; por otro -donde se concentran los elementos de trabajo- quien cocina comparte con los invitados las técnicas y el gusto del comer bien. La idea de ambiente de convivialidad se desarrolla con una pared perfectamente integrada en el espacio dedicado, que contiene los aparatos e instrumentos que no están en uso, dentro de los módulos operativos dedicados, detrás del sistema de puertas abatibles Pocket.