Ya en 1988 Arclinea tenía el objetivo de llevar la innovación a la cocina. El primer producto emblemático de una nueva concepción es Italia, de Antonio Citterio, que emplea los materiales, los modos y los usos típicos del equipamiento profesional. Se implementa una nueva estética con el acero, inalterable y resistente al agua y al fuego, trabajado técnicamente con la precisión necesaria para mejorar la prestación funcional. Las encimeras son más profundas, racionalizadas y organizadas para la preparación y la cocción, con doble lavado dedicado a los alimentos y a la vajilla, con el objetivo de proporcionar los instrumentos de trabajo adecuados en vistas de resultados de máxima calidad. A lo largo de los años el concepto profesional se extiende a nuevos productos y se enriquece con más soluciones técnicas, equipos de más altas prestaciones, acabados más sofisticados.